La importancia del sabor en tu vida – Medicina Ayurvédica – Pt. 5

El sabor, o mejor aún, los sabores, tienen una enorme influencia en el equilibrio de los Doshas en el cuerpo.

La cantidad que el cuerpo produce de cada Dosha depende, en primer lugar, de los sabores que ingiere.

Los sabores tienen origen, tal como los Doshas, en los 5 elementos, que son: Tierra ( Prthvi), Agua (Ãp), Fuego (Agni), Aire (Vãyu) y Espacio (Akãsa)  (*).

El reequilibrio de los Doshas ocurre a través de la eliminación sistemática de sus excesos, siendo ello  importante porque todos los procesos metabólicos normales producen constantemente, Pitta, Kapha y Vatta.

Debemos estar conscientes del profundo efecto que los sabores tienen en cada una de las partes de nuestro organismo y no simplemente en la lengua.

Sabor dulce

Compuesto principalmente de Tierra ( Prthvi) y Agua (Ãp). El Dulce aumenta Kapha, reduce Pitta y Vatta, es refrescante, pesado y graso. Nutre y tonifica el cuerpo y la mente. Disminuye el hambre y la sed, y aumenta la masa corporal.

Sabor ácido

Compuesto principalmente de Tierra (Prthvi) y Fuego (Agni). El sabor Ácido aumenta Kapha y Pitta y reduce Vatta, es caliente, pesado y graso. El sabor Ácido tiene un efecto refrescante, facilita la eliminación de residuos, reduce espasmos y temblores, mejora el apetito y la digestión.

Sabor salado

Compuesto principalmente de Agua (Ãp) y Fuego (Agni). El sabor salado aumenta  Kapha y Pitta, y reduce Vatta. Es pesado, caliente y graso. El sabor salado facilita la eliminación de residuos, purifica el cuerpo, aumenta la capacidad digestiva y el apetito. Suaviza y ablanda los tejidos.

Sabor picante

Compuesto principalmente de Fuego (Agni) y Aire (Vãyu). El picante aumenta Pitta y Vatta, y reduce Kapha. Es caliente, ligero y seco. El picante limpia el cuerpo de todo  tipo de secreciones y mucosidad. Diminuye los tejidos de tipo Kapha como el semen, las grasas y la leche. Mejora el apetito.

Sabor amargo

Compuesto principalmente de Aire (Vãyu) y Espacio (Akãsha). El Amargo aumenta Vatta, reduce Pitta y Kapha. Es refrescante, ligero y seco. El amargo purifica cualquier secreción, es anti-afrodisíaco, tonifica el organismo, contribuyendo para equilibrar todos los sabores en el cuerpo.
Aumenta el apetito, tiene un efecto de control en las enfermedades cutáneas y fiebres.

Sabor astringente

Compuesto principalmente por Aire (Vãyu) y Tierra (Prthvi). El Astringente (que deja la boca áspera) aumenta Vatta, reduce Pitta y Kapha. Es refrescante, ligero y seco. El astringente cura, purifica y contrae todo el organismo. Diminuye cualquier secreción corporal, siendo también anti-afrodisíaco.

Los 6 sabores son imprescindibles para un buen y equilibrado funcionamiento de nuestro organismo.

Los sabores llegan a nuestro cuerpo a través de la comida. Podemos afirmar que lo más importante no será sólo la calidad de lo que se come, también lo es lo que digerimos y asimilamos, y como ello se va a transformar en nuestro cuerpo.

La alimentación más equilibrada y saludable puede volverse en el peor veneno para el cuerpo, si no es asimilada y digerida adecuadamente.

La digestión comienza en la boca, en el preciso instante en que la lengua saborea la comida. Los  sabores de la comida son transmitidos directamente al cerebro, que determina automáticamente que tipo de grasa, proteína o hidrato de carbono está siendo ingerido y qué tipo de jugos tiene que producir para hacer una buena digestión.

El aparato digestivo ya debe estar preparado cuando la comida llegue al estómago.

Por norma, las personas hacen numerosos elogios a platos extremadamente refinados que consumen, pero sin darse cuenta de que estos elogios están equivocados, porque en verdad, donde se encuentra realmente el sabor no es en la comida, sino en la forma en como la propia boca los siente.

Vamos a  analizar un alimento clasificado como dulce, por ejemplo, una naranja:
Este alimento captado como dulce en condiciones normales, sabe tanto a dulce como a ácido, pero ello va a depender de la sensibilidad del gusto. Unas veces sentimos el sabor dulce, otras el sabor ácido.

Si quieres experimentar con lo que decimos, haz lo siguiente:
Corta un naranja en dos partes. Come primero una de ellas. A continuación saborea un cucharada (de té) bien llena de miel, o de sirope de ágave. Y después prueba a comer la otra mitad de la naranja. Podrás comprobar que la segunda mitad de la naranja te sabe mucho menos dulce y mucho más ácida.
El cambio no se produce en la naranja, sino en tu órgano de degustación. El dulce que ingeriste –miel o agave- sació temporalmente la capacidad corporal para el sabor dulce, y cuando colocaste la segunda mitad de la naranja en tu boca, tu lengua ignoró el sabor dulce que tenía y diferenció de forma selectiva el sabor ácido que la naranja también contiene.

El sabor no se elimina de la comida, incluso después de estar digerida.

Todas las células tienen un sentido rudimentario del gusto, siendo cada una de ellas afectada por el sabor de los nutrientes. Como cada célula del cuerpo interacciona y afecta a las otras y todas ellas interfieren con los sentidos y la mente, los sabores ingeridos en nuestra alimentación tiene una influencia sobre nuestra conciencia y salud.

El sabor predomina sobre cualquier otra influencia física en el organismo, incluyendo el efecto de los Doshas, porque el sabor es el primer elemento que nuestro sistema recibe de la comida ingerida.
Todo lo que se come tiene tres oportunidades de influir a nuestro organismo:

El primer efecto de la comida antes de que empiece la digestión, es el sabor que la lengua diferencia cuando entra en la boca. Ese efecto se llama rasa – el sabor.

El segundo efecto ocurre durante la digestión, se llama virya – la energía. La comida caliente aumenta la capacidad digestiva del cuerpo, liberando energía para otras actividades metabólicas.

La comida fría necesita de energía adicional para ser digerida. Los intestinos obtienen esa energía del resto del cuerpo, lo que lleva a reducir otras actividades metabólicas.

El tercer efecto, vypaka –efecto post-digestivo- es el que se produce ya terminada la digestión, cuando los nutrientes comienzan a formar parte de nuestro cuerpo.

Una vez digeridos, el dulce y el salado tienen tendencia a producir un efecto dulce, agradable y nutritivo que beneficia a nuestro organismo.

El sabor ácido produce un efecto ácido en el cuerpo, aumentando el deseo de nuevos nutrientes para digerir, pero sin acrecentar o nutrir nada en nosotros.

El sabor amargo y el picante, así como el astringente, producen el picante que contribuye para que los elementos físicos y mentales sean consumidos y eliminados del cuerpo.

El amargo y astringente reducen Pitta, pues aunque su efecto post-digestivo sea picante ( que aumenta Pitta ), su sabor u energía fríos compensan el picante producido.

Sabor

Energía

Post-digestivo

Dulce Fria Dulce
Ácido Caliente Amargo
Salado Caliente Dulce
Picante Caliente Picante
Amargo Fria Picante
Astringente Fria Picante

Los sabores salado, salado y picante, son siempre calientes y el dulce, amargo y astringente son siempre fríos.

En ocasiones, una sustancia tiene un sabor caliente y energía fría, lo que significa que, cuando entra en el cuerpo, aumenta la capacidad digestiva, pero no agrava Pitta durante la digestión.

Otras veces sucede lo opuesto: una sustancia tiene un sabor refrescante y energía caliente, reduciendo el apetito cuando se come, pero aumenta el flujo de jugo gástrico durante el proceso digestivo.

Por ejemplo:

– la cebolla cuando está cocinada tiene un sabor dulce, energía caliente y efecto post-digestivo dulce. Reduce el hambre con su sabor dulce y aumenta el anabolismo con su efecto post-digestivo dulce, pero su energía caliente no permite que el Kapha se altere por su dulzura.

– el limón es un sabor ácido y amargo, de energía caliente, el efecto post-digestivo dulce. Al ser amargo tonifica el cuerpo y evita el aumento de kapha. Al ser ácido aumenta el apetito y la digestión y alivia el Vatta. Su energía fría impide que Pitta se altere, y su efecto post-digestivo dulce, contribuye para la nutrición de los tejidos corporales.

Generalmente las sustancias más eficaces para equilibrar el organismo, son aquellas que presentan un modelo de cualidades particulares.

Efecto del uso excesivo de los 6 sabores

Podemos mantener el equilibrio entre los 6 sabores si tenemos el cuidado de no utilizar de forma predominante y excesiva uno, o más de uno de los sabores. Los efectos del uso excesivo y desequilibrado de cada sabor en concreto, incluyen:

Sabor dulce

– Obesidad
– Diabetes
– Hidropesía
– Parásitos
– Obstrucción circulatoria
– Inflamación ocular
– Indigestión
– Vómito
– Gases
– Letargia
– Congestión respiratoria
– Otras perturbaciones de tipo Kapha

Sabor ácido

– Sensaciones de ardor
– Picadas
– Enojo
– Envejecimiento prematuro
– Falta de firmeza corporal
– Furúnculos

Sabor salado

– Inflamación
– Edemas
– Tendencia a hemorragias
– Enfermedades de la piel, incluyendo herpes y urticaria
– Problemas articulares
– Impotencia
– Verrugas
– Calvicie prematura

Sabor picante

– Dolor
– Vértigo
– Desmayo
– Secura en la boca
– Temblores
– Debilidad
– Adelgazamiento enfermizo
– Sensación de ardor
– Fiebre
– Aumento de la sed
– Agotamiento de las secreciones sexuales

Sabor amargo

– Todas las dolencias de Vatta incluidas:
– Entumecimiento
– Adelgazamiento enfermizo
– Dolores agudos
– Cólicos
– Enojo
– Dolores de cabeza
– Anquilosamiento
– Temblores
– Disminución de las secreciones sexuales

Sabor astringente

Todo  tipo de problemas Vatta, incluyendo:

– Temblores
– Estreñimiento
– Secura corporal
– Distensión
– Hormigueo
– Adelgazamiento enfermizo
– Sed
– Disminución de las secreciones sexuales

El sabor salado es el más importante para el control de Vatta, porque es pesado, aceitoso y caliente, mejorando la digestión. A continuación el sabor ácido y por último el dulce.

El amargo es el mejor sabor para controlar Pitta, porque es refrescante y secante. Podemos utilizar también el dulce y por último el astringente.

El picante es el mejor sabor para controlar Kapha, porque es caliente, ligero y seco, y limpia el cuerpo de secreciones y mucosidad. Podemos utilizar también el amargo y en último caso, el astringente.

La intensidad de los sabores de un alimento, determina su efecto sobre los Doshas.

Dos de las primeras manifestaciones físicas que producen alteraciones de  nuestros tejidos corporales son:

– la confusión de un sabor con otro
– o la incapacidad de diferenciar los sabores

Los dos trastornos derivan normalmente del uso excesivo de un sabor, o de más sabores.

El embotamiento del sentido del gusto, dificulta la acción del cerebro para preparar adecuadamente el cuerpo para la comida que va a ser ingerida, lo que impide una correcta digestión.

Los 6 sabores referidos son, inclusive, mucho más importantes para la mente, de lo que lo son para el cuerpo, debido a la apetencia que la mente tiene para los estímulos sensoriales.

Hay 2 grupos de sentidos:

1 – Los 5 sentidos de percepción, que todos conocemos bien.
2 – Los 5 sentidos de acción, que son: la voz, las manos, los pies, órganos genitales y el ano.

Cada sentido de la percepción es un canal a través del cual la mente se dirige a un objeto sensorial, lo prende y regresa para procesar la percepción del objeto.

Cada sentido de acción, es un canal en el cual la mente se introduce para expresarse, proyectando su personalidad hacia el mundo exterior, y a través del cual regresa nuevamente cuando concluye su expresión.

Como cualquier otro canal, los canales sensoriales también tienen dolencias:

– pueden estar muy dilatados
– o pueden estar muy contraídos

El uso excesivo de un órgano sensorial, provoca la expansión de su canal, debilitando de este modo este sentido. De tal modo que, la mente deja de obtener cualquier sensación de placer con su uso.

La falta de la utilización de un sentido, contrae el canal de este órgano sensorial, lo que reduce la capacidad de la mente para disfrutar y beneficiarse de este sentido.

Un canal excesivamente dilatado permite la circulación de exceso de éter (akãsha), para que el aire (vãyu) circule apropiadamente por éste; un canal excesivamente contraído, es un obstáculo para un flujo libre del aire (vãyu).

El uso excesivo, falta de uso, utilización indebida y abuso, conjuntamente, son considerados por la medicina ayurvédica, como una de las 3 causas principales de las enfermedades humanas.

Emociones predominantes

Entre los múltiples factores que influencian la dilatación y contracción de los canales sensoriales, el sabor y la emoción son, probablemente, los más importantes.

El término sánscrito rasa, significa entre otras cosas, tanto “sabor”, como “emoción”.

Podemos deducir, según las convenciones de la gramática sánscrita, que el sabor y la emoción son fuerzas idénticas, en planos de existencia distintos. De hecho, el sabor es para el cuerpo, lo que la emoción para la mente.

Una emoción en la mente, tiende a producir en el cuerpo, su sabor correspondiente, así como la ingestión de un sabor específico tiende a crear en la mente una emoción correspondiente.

Las actitudes y emociones predominantes asociadas a los sabores son:

Sabor dulce – satisfacción o saciedad.

El dulce es el sabor del éxito.

El exceso de dulce comporta sus aspectos negativos: la autocomplacencia y la gula.

Sabor ácido – la búsqueda fuera de nosotros mismos, de cosas para poseer.

El ácido provoca la valorización de algo para determinar su atracción, lo que aumenta de manera selectiva determinadas tendencias.

El exceso de valorización conduce a la envidia y los celos, que pueden manifestarse en la forma de desprecio por el objeto deseado.

Sabor salado – Gusto por la vida, aumenta todos los apetitos y deseos.

El exceso de este sabor conduce al hedonismo, al ansia de complacencia de todos los placeres sensoriales que el cuerpo puede obtener físicamente. Síndrome de lobo de mar (cuando regresa a tierra después de una larga travesía).

Sabor picante – Extroversión. Tendencia a la excitación y estimulación, en particular, el ansia por las cosas intensas.

El exceso de excitación y estimulación conduce a la irritabilidad, la impaciencia y la rabia ( aquellas personas que están constantemente picándose)

Sabor amargo – Insatisfacción, lo que provoca el deseo de cambio.

Cuando tenemos que engullir un “comprimido amargo”, su sabor elimina la ilusión, lo que nos obliga a enfrentar la realidad. Demasiadas desilusiones conducen a la frustración, lo que nos confina a la amargura. La pena y la auto conmiseración también son amargas.

Sabor astringente – Introversión. La tendencia para apartarse de la excitación y estimulación.

La excesiva introversión conduce a la inseguridad, la ansiedad y el miedo. El sabor astringente provoca contracción, lo que nos hace encoger y colocar en torno al cuello la mano fría del miedo.

Nuestra personalidad procura en todo momento, mantenerse en el mayor grado de bienestar posible. Busca la satisfacción de lo dulce y utiliza cualquier otro sabor para obtenerla, escogiendo sabores calientes o fríos según sus necesidades.

El ácido, el salado y el picante, son sabores calientes.
El dulce, el amargo y el astringente, son sabores fríos.

Por este hecho, sus correspondencias emocionales son calientes o frías.

El calor dilata y el frío contrae, siendo éste un principio universal de la física.
El frío contrae los canales físicos y mentales y el calor los dilata.

El dulce, el amargo y el astringente son sabores refrescantes, y sus emociones correspondientes son frías y contractivas. Reducen el deseo del organismo para comer (experimentar) cosas nuevas.

La satisfacción o complacencia, son emociones constrictivas porque disminuyen el apetito mental para el disfrute a través de los sentidos.

La insatisfacción contrae, porque supone un reconocimiento de la incapacidad de disfrutar a través de algún sentido.

El miedo contrae todos los sentidos, siendo la más poderosa de las emociones constrictivas.
El miedo contrae realmente los bronquios en personas susceptibles y puede desencadenar ataques asmáticos.

El ácido, el salado y el picante son sabores calientes, y sus emociones correspondientes son calientes y expansivas. Aumentando el deseo del organismo para consumir alimentos y otros objetos que estimulan los sentidos.

El hedonismo es la emoción del salado. La envidia y los celos aumentan activamente el deseo mental por el placer. La rabia aumenta indirectamente las apetencias físicas y mentales inundando el organismo de calor.

El salado es conocido en sánscrito, por sarva rasa – el mejor sabor, porque ayuda a realzar todos los sabores de una comida, aumentando al mismo tiempo la apetencia por comida en el organismo.

Si se usa como condimento, en pequeñas y moderadas cantidades, contribuye para una óptima digestión, pero debilita el cuerpo cuando se abusa de su consumo.

El hedonismo, la emoción asociada al salado, tiene una acción semejante en la mente: pequeñas cantidades aumenta el deseo mental por la intensidad de una experiencia, pero su uso excesivo deja la mente débil y frágil.

El sabor salado contribuye para que el cuerpo retenga líquidos, aumentando la producción de jugos gástricos y fluidos sexuales, por eso está contraindicado para lo que pretendan permanecer en celibato. En realidad, el sabor salado aumenta todos los fluidos corporales. No nos podemos olvidar que nosotros mismos estamos compuestos por un 75% de agua. Por ese motivo, una mayor cantidad de fluidos corporales contribuyen para una vida en la que los sentidos son fuertemente impulsados para obtener satisfacción, lo que nos lleva a un exceso de ocupaciones mundanas.

La sal y el sabor salado son, literalmente, viciosos! Y poseen, como cualquier otra sustancia viciosa, la posibilidad de la utilización excesiva y compulsiva.

En realidad, todos los sabores pueden ser utilizados de forma adictiva.

El dulce, por ejemplo, es hoy en día la droga más usada en nuestra sociedad, siendo utilizada para producir una falsa sensación de satisfacción. Otras sociedades y culturas son adictas a la envidia del ácido o a la irritabilidad del picante y ciertas personas pueden, incluso, utilizar el amargo y el astringente, en la búsqueda de satisfacción.

Todos nosotros utilizamos la comida, a propósito o no, para alterar la consciencia, y toda alteración de la consciencia se refleja en nuestro cuerpo a través de los 3 Doshas.

Así, cuando pretendes equilibrar  tu cuerpo y  tu mente, debes prestar primero atención a los factores alimentarios y sus sabores. La ignorancia de estos factores “los sabores y sus efectos en el cuerpo” contribuye en gran medida para que las dietas de hoy en día, tengan unos efectos decepcionantes (en 3 meses perdí 10 kg., 4 meses después tengo 20 kg. más).

Percibir con inteligencia la influencia de los sabores, y consecuentemente, los alimentos en los que se originan, es el secreto básico para hacer comidas ajustadas a nuestras características y aspiraciones personales.

Ahora que tienes consciencia de la importancia de los 6 sabores, comprueba si no estás exagerando el consumo de uno de ellos, desarrollando una estructura corporal con la cual no te sientes identificado, y un estado mental y emoción que la alimenta.

(*) – consulta nuestros anteriores artículos sobre Medicina Ayurvédica.

Medicina Ayurvédica – Pt.1 – Introdución
Medicina Ayurvédica – Pt.2 – Elementos constituyentes
Medicina Ayurvédica – Pt.3 – Los Doshas, Vata, Pitta, Kapha
Medicina Ayurvédica – Pt.4 – Vata o Pitta o Kapha, Descubre Tu Dosha Predominante